jueves, 26 de diciembre de 2019

Maria Elena Maseras Ribera


CONTEXTO HISTÓRICO

A lo largo del siglo XIX se van consiguiendo triunfos en cuanto a igualdad entre hombres y mujeres, sobre todo durante la segunda mitad, tras la Revolución de 1868.
Durante la primera mitad del siglo XIX ni la etapa liberal, ni muchísimo menos el reinado de Fernando VII, consiguen prácticamente ningún avance en cuanto a la emancipación de la mujer. En las clases bajas siguen ocupándose las mujeres de tareas agrícolas y del cuidado principal del hogar y la familia. En las clases altas también tienen la misma ocupación y desarrollan actividades de caridad.
Es durante la segunda mitad de siglo cuando comienza el interés por la igualdad de la mujer y el hombre. Gracias a la alfabetización de las mujeres, ya que la sociedad se da cuenta del importante papel que tiene la mujer además del hombre en la sociedad. Con la alfabetización de la mujer surgen figuras importantes en distintos ámbitos. Maria Elena Maseras Ribera es buen ejemplo de este avance siendo la primera mujer matriculada en medicina de España, concretamente en la Facultad de Medicina de Barcelona en el año 1872.

BIOGRAFÍA

Su vocación por la medicina viene dada por su familia desde bien pronto. Nace en una familia de médicos aunque cursa el bachillerato de Arte. Destaca desde su infancia por sus excelentes puntuaciones a lo largo de su vida estudiantil. Es mencionada durante toda su vida por distintos medios de prensa en los que destaca por excelencia en los estudios.
En el siglo XIX, las mujeres aún no podían asistir a clases universitarias en igualdad de condiciones con los hombres, solo pudiendo asistir como oyentes. Fuera de la universidad podrían estudiar aunque en casa y bajo tutela de profesores externos. Esa era su principal aspiración hasta que Amadeo I autoriza a las mujeres la entrada y el estudio en las universidades españolas y no es hasta 1910 cuando se consigue la igualdad completa en los estudios universitarios entre hombres y mujeres. Finaliza sus estudios universitarios en 1878, al principio de forma privada, aunque luego es aceptada en las clases por un profesor, pudiendo acceder completamente y de manera igualitaria con los hombres.
Solicita en 1879 permiso para realizar su examen de licenciatura de medicina, aunque este no es otorgado hasta pasados tres años por trámites burocráticos (tardanza por ser mujer).
No se doctora sino que estudia magisterio, profesión que acabará ejerciendo por el resto de su vida y que será su principal vocación. Ejerce en varias localidades catalanas para luego trasladarse a Mahón, Menorca, donde terminará su vida. 
Se le reconoce su hazaña de ser la primera mujer en realizar estudios universitarios durante su vida y después de la misma.
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REFLEXIÓN

Aunque se reconozca su esfuerzo y excelencia, ese recuerdo no llega a nuestras generaciones con la fuerza con la que debería, ya que conseguir evitar la discriminación (siendo esto extrapolable a demás discriminaciones como étnica, de orientación sexual, etc.) es una tarea sumamente complicada. A esto se le añade simplemente la excelencia intelectual que no se llega a reconocer, habiendo en recursos como internet simples datos en forma de menciones sin llegar a detallar, el grado de excelencia, sus calificaciones u otros detalles que se especifican en caso de ser la excelencia de un hombre.


BIBLIOGRAFÍA

https://es.wikipedia.org/wiki/Elena_Maseras

Rosario de Acuña

Rosario de Acuña

CONTEXTO HISTÓRICO


A lo largo del siglo XIX se van consiguiendo triunfos en cuanto a igualdad entre hombres y mujeres, sobre todo durante la segunda mitad, tras la Revolución de 1868.
Durante la primera mitad del siglo XIX ni la etapa liberal, ni muchísimo menos el reinado de Fernando VII, consiguen prácticamente ningún avance en cuanto a la emancipación de la mujer. En las clases bajas siguen ocupándose las mujeres de tareas agrícolas y del cuidado principal del hogar y la familia. En las clases altas también tienen la misma ocupación y desarrollan actividades de caridad.
Es durante la segunda mitad de siglo cuando comienza el interés por la igualdad de la mujer y el hombre. Gracias a la alfabetización de las mujeres, ya que la sociedad se da cuenta del importante papel que tiene la mujer además del hombre en la sociedad.
Gracias a esta alfabetización florecen grandes figuras en disciplinas varias, como Rosario de Acuña, importante dramaturga y literaria.

BIOGRAFÍA

Nacida en el año 1850 en el seno de una familia aristocrática, ya desde bien joven exploró 

Rosario de AcuñaEuropa, visitando París y viviendo en Roma, y destacó intelectualmente. Antes de los veinticinco años de edad ya había publicado su primera obra en el género en el que posteriormente iba a cultivar su fama, el teatral. Posteriormente colabora con el periodismo denunciando principalmente la desigualdad d la mujer en la sociedad. Trabaja con revistas y diarios progresistas siendo considerada como intelectual y convirtiéndose en figura muy influyente en cuanto se refiere a literatura y denuncia. Es en el año 1891 cuando alcanza la cumbre de las polémicas, del apoyo de unos y el odio de los opuestos, publicando su obra "El padre Juan". Esta obra es fuertemente anticlerical, acusa a la Iglesia católica de ser una institución corrupta y manipuladora.Tras la publicación se le impone una censura de la que consigue salir, aunque poco tiempo después, el gobernador de Madrid cerrará su vista al público y anulará toda representación de la obra. Tras esto, Rosario de Acuña se traslada de Madrid a Cantabria.
Nuevamente, años después vuelve a desatar la furia a lo largo y ancho de España, al ser publicado un artículo suyo en el que ironiza sobre lo ocurrido en Madrid y vuelve a mostrar su disconformidad con los hechos. Tras esto, se le acusa y se le intenta procesar, es cuando ella decide exiliarse a Portugal para evitar su detención. Tras dos años, se le pone un indulto y puede volver a España. Finalmente muere en 1923 en su casa de "La Providencia". Incluso tras su muerte vuelve a asestar un duro golpe a la Iglesia, manifestando en su testamento su profundísima contrariedad a la institución con duras palabras y calificativos.

REFLEXIÓN

Como conclusión final considero pertinente destacar la franqueza de Rosario de Acuña al referirse a la Iglesia católica, habría que tener mucho valor para hacerlo desde una posición de mujer del siglo XIX, aún más de manera individual y a través de publicaciones literarias y periodísticas. También destacar el alto nivel intelectual de la literaria y su conciencia por la igualdad social de la mujer y el hombre. Gran desgracia es pues, que no sea conocida ni mencionada en los libros de historia, por su genialidad como autora y por su carácter, pudiendo ser referente para personas que deseen parar injusticias y tomar palabras de peso en asuntos sociales relevantes como puede ser el que trató Rosario de Acuña entre otros muchos.

BIBLIOGRAFÍA


https://cadiznoticias.es/la-mujer-espanola-en-el-siglo-xix/

https://mde.org.es/taller-historia-de-las-mujeres-en-el-siglo-xix/

https://es.wikipedia.org/wiki/Rosario_de_Acu%C3%B1a
http://www.cervantesvirtual.com/portales/rosario_de_acuna/autora_biografia/



Veneranda Manzano