Nos encontramos aproximadamente a mediados del siglo XVI. En el siglo XVI la sociedad estaba concebida como un mundo jerarquizado, estamental. Las mujeres tenían libros de adoctrinamiento que incluían cuatro estados: la doncella, la casada, la viuda y la monja. Desde el punto de vista de la ideología dominante, la mujer únicamente podía pertenecer al ámbito doméstico, al ámbito de lo familiar. Se consideraba a las mujeres como patrimonios familiares e intercambiables por razones políticas, económicas o sociales. A partir del XVI, se empezaron a elaborar modelos de perfectas doncellas, perfectas casadas, perfectas viudas y perfectas monjas para tratar de convencer a las mujeres de que se ajustaran a lo que el hombre dictaba, es decir, ser prisioneras de los doméstico es lo que unía a todas ellas.
Como nuestro personaje es una monja, repasemos cómo vivían estas en la España del siglo XVI. A mediados de este siglo, la reforma ha cuajado en tierras castellanas menos en los territorios catalanes, que era menos "estricta". Se había dado un paso importante para la implantación de un control más riguroso de las monjas, al conseguir que se generalizase la clausura y contribuyó a consolidar la profesión religiosa como un privilegio de clase.
Aportar dote se convirtió en condición indispensable para ser monja. Excepcionalmente, se reducían las cantidades o se eximía del pago a aquellas que llegaban para desempeñar un servicio concreto a la comunidad.
España consolida y defiende su imperio con victorias como la de Lepanto y derrotas como el naufragio de la Armada Invencible, con grandes ingresos procedentes de América e infinitosgastos en las campañas europeas. El Imperio Español logra frenar el auge del Imperio Otomano, pero no mantiene Europa unida políticamente. Y sus enemigos europeos se adhieren a cismas religiosos, el de Lutero, excomulgado en 1521, y de la Iglesia Anglicana de Enrique VIII. Durante este periodo, hay en España un clima de “aventura”, parte gente hacia Flandes o hacia América, y esto es un factor que determinará la infancia y juventud de Santa Teresa.
Aquí empieza una intensa actividad de Santa Teresa que sólo termina con su muerte, en la que compaginará el gobierno de su orden, con las fundaciones de nuevos conventos y la redacción de sus libros, caracteriza esta época el buen ánimo y esperanza.
Nace en Ávila el 28 de marzo de 1515, en la casa señorial de Don Alonso Sánchez de Cepeda y Doña Beatriz Dávila de Ahumada. Teresa tenía 10 hermanos y 2 los hermanastros, su padre tuvo dos hijos en un matrimonio anterior. Es bautizada el 4 de abril del mismo año.
Desde muy pequeña manifestó interés por las vidas de los santos y las gestas de caballería.
Su madre muere cuando ella 13 años, y pide entonces a la Virgen que la adopte hija suya. Sin embargo sigue siendo enemiguísima de ser monja y al ver su padre con malos ojos su relación con su primo, decide internarla en 1531 en el colegio de Gracia, regido por agustinas, donde ella echará de menos a su primo pero se encontrará muy a gusto.
A medida que se hace mayor, la vocación religiosa se le va planteando como una alternativa, aunque la vida fuera del convento le llama mucho la atención.
Durante estos años llega al convencimiento de su vocación, ingresando, con la oposición de su padre, en 1535.
Convento de la Encarnación |
La vida conventual era muy relajada con cerca de 200 monjas en el monasterio y gran libertad para salir y recibir visitantes. Teresa tenía un vago descontento con este régimen tan abierto, pero estaba muy cómoda en su amplia celda con bonitas vistas, y con la vida social que le permitían las salidas y las visitas en el locutorio.
En la cuaresma del año 1554, contando ella 39 años y 19 como religiosa llora ante un Cristo llagado pidiéndole fuerzas para no ofenderle. Desde este momento su oración mental se llena de visiones y estados sobrenaturales, aunque alternados siempre con periodos de sequedad.
Aunque recibe muchas visiones y experiencias místicas, es una visión muy viva y terrible del infierno la que le lleva a la reforma del Carmelo y la primera fundación. Esta primera fundación será una aventura con muchos altibajos y por ello y durante mucho tiempo parece que la fundación de la nueva orden de los Carmelitas Descalzos tendría sólo este monasterio, hasta que Teresa vuelve a llorar al saber que las necesidades de misiones en América son importantes. Escucha entonces en oración: “Espera un poco hija, y verás grandes cosas”, y poco después le llegan instrucciones y autorización para fundar más conventos.
Escudo de los Carmelitas Descalzos |
A estos conventos hay que sumar el primero del Carmelo masculino que funda con San Juan de la Cruz en Duruelo (1567). Santa Teresa conoció a San Juan de la Cruz en Medina del Campo contando ella 52 años y él 24, y le convenció para unirse a la reforma.
Muere sin haber publicado ninguna de sus obras, sin haber logrado fundar en Madrid (a pesar de su ilusión) y con dudas sobre si sus monasterios se podrían mantener con el espíritu que ella infundió.
Santa Teresa rezando |
Fue beatificada por Pablo V en 1614, canonizada por Gregorio XV en 1622, y nombrada doctora de la Iglesia Universal por Pablo VI en 1970. Es la primera mujer de las tres actuales doctoras de la Iglesia. Las otras son Santa Catalina de Siena y otra carmelita descalza: Santa Teresita del Niño Jesús.
Teresa de Ávila no viaja en su vida grandes distancias como los conquistadores, pero si la escuchamos entenderemos que fue mucho más lejos que ellos. Tampoco pelea en batallas, pero nos describe su lucha interior aún más dura. No describe los movimientos de los planetas, pero nos transmite una sabiduría que está más allá del astro más lejano y que sólo es mostrada a personas humildes como ella. No rompe con la Iglesia, hace algo más difícil: llevarla a la práctica más radical y entregada, dentro de la más estricta obediencia. La llave para entender a Teresa es oración humilde y confiada.
Con esfuerzo, Teresa de Ávila consiguió fundar sus conventos |
Reflexión: Santa Teresa de Jesús fue una mujer influyente en el ámbito religioso, se convirtió en monja, fundó varios conventos y además escribió multitud de escritos y cartas que nunca llegó a publicar.
De este personaje podemos aprender las grandes cosas que las personas pueden hacer con bondad, amor y pasión por sus ideas y metas en la vida.